En un país como Chile, donde la escasez hídrica es una realidad creciente, cada gota cuenta. Por eso, innovaciones simples y sustentables están ganando terreno, y una de las más sorprendentes es el uso de pelo humano reciclado como cobertura para la tierra.
Sí, así como lo lees: los residuos de peluquerías y barberías están siendo reutilizados como “mantos acolchados” que se colocan sobre el suelo en jardines y huertos para reducir la evaporación del agua. Este material natural actúa como una barrera que mantiene la humedad del suelo por más tiempo, reduciendo hasta en un 71 % la necesidad de riego, según experiencias recientes.
¿Por qué funciona?
- El pelo humano es resistente, biodegradable y rico en nitrógeno, lo que incluso puede enriquecer el suelo con el tiempo.
- Su estructura atrapa la humedad y protege las raíces del calor y del viento.
- A diferencia del plástico o la goma, no contamina ni requiere procesos industriales complejos.
Ejemplos reales en Chile:
📍 Recoleta, Región Metropolitana:
Vecinos de huertos comunitarios comenzaron a recolectar pelo en peluquerías locales y lo usan como mulch (acolchado). Además de reducir el riego, han visto una mejora en la salud del suelo.

📍 Provincia del Choapa, Región de Coquimbo:
En una zona fuertemente golpeada por la sequía, un proyecto piloto utilizó pelo de peluquerías locales en parcelas agrícolas familiares. Resultado: plantas más hidratadas y menor consumo de agua, especialmente en cultivos como tomates y albahaca.
En Econegocios creemos en soluciones simples con gran impacto.
Reutilizar lo que antes era desecho puede ser clave para enfrentar la crisis hídrica y cuidar nuestros espacios verdes.
¿Te atreverías a probarlo en tu jardín?
Cuéntanos en los comentarios o comparte esta idea con alguien que ame las plantas